Los anuncios de Levis te pueden gustar o no, te puede parecer que el anuncio en sí tiene sentido o que no lo tiene.

Para un producto como unos pantalones, sólo veo dos formas de diferenciarse, ofrecer un producto caro y publicitarlo para que todo el mundo lo sepa (y esto no significa que tengan que decir en el anuncio: “eh! estos pantalones son caros”), y la otra forma sería publicitarlos para un determinado rango de edad. Tratándose de unos vaqueros, es lógico que el anuncio vaya dirigido a jóvenes.

Básicamente (y no soy ni mucho menos un experto en marketing, y que alguien me corrija si cree que no estoy en lo cierto) es un producto enfocado a jóvenes de clase media/alta.

Además, tanto en el post del anuncio del chico y el farmaceutico, como en el siguiente anuncio, juegan un poco con el tema de que el anuncio sea “original” para decir que sus pantalones son los auténticos (“The Original Jean”, en inglés).



Actualización:Es curioso, viendo el anuncio otra vez me acabo de dar cuenta de que se pone los vaqueros cuando se quita el disfraz de ladrona (antes lleva una falda). Es muy sutil, pero tal vez también quisieran transmitir el concepto de que necesita de esos pantalones para volver a ser ella misma. Claro que esto sería muy discutible ;)

Viendo el siguiente anuncio de Levis me ha venido a la mente un texto que me encontré hace tiempo por ineternet. Creo que ambos ejemplifican el mismo concepto: “Asegurate de que sabes con quien tratas y nunca reveles tus planes a desconocidos”.



Un muchacho entra en una farmacia y dice al farmacéutico:

– Señor, deme un preservativo. Mi novia me ha invitado esta noche a cenar en su casa y está que se derrite por mí, así que esta noche pretendo calmarla.

El boticario le despacha el preservativo y cuando el joven va a salir, vuelve sobre sus pasos y dice:

– Será mejor que me dé usted otro preservativo porque la hermana de mi novia, que es un bombón, me hace unos cruces de piernas que le veo hasta las entrañas, y como voy a ir a cenar a su casa…

Coge el segundo preservativo, piensa un momento y…

– Deme uno más, porque la madre de mi chica, que está de muerte la señora, cuando no está mi novia delante, me hace unas insinuaciones que… y como voy a ir a cenar a su casa esta noche…

Llega la hora de la cena y el muchacho tiene a un lado a su novia, al otro a la hermana y enfrente la mamá de ambas. En ese instante llega el padre, que se sienta al frente de la mesa. El muchacho baja la cabeza y empieza a rezar:

– Señor, te damos gracias por los alimentos… Bendícenos a todos… Y perdónanos si en algo te hemos ofendido…

Pasa un minuto y el chico sigue rezando:

– ¡Gracias Señor!

A los diez minutos de rezos y oraciones la novia le dice:

-No sabía que fueras tan religioso…

– ¡¡Ni yo que tu padre era el farmacéutico!!